Pensamiento computacional + arte: proyecto sonoro interactivo

El arte y el pensamiento computacional podrían parecer polos opuestos, pero gracias a los recursos tecnológicos baratos y de muy fácil uso con los que contamos hoy en día, estos dos mundos están cada vez más cerca, lo que posibilita el desarrollo de proyectos creativos que además pueden tener todo tipo de finalidades sociales. El proyecto que hoy os presentamos se llama Playground, y lo lidera Samantha Topley, que es investigadora y profesora en la Universidad de De Montfort.

En concreto Playground es un proyecto de arte sonoro interactivo que hace uso de bolas de ganchillo gigantes, de colores brillantes, que producen sonidos y música. La música se genera a través del juego: rodando, rebotando, atrapando y lanzando las bolas, lo que permite crear una obra de arte sonora portátil y adaptable a diferentes situaciones o escenarios.

Figura 1: Bolas gigantes de ganchillo que son instrumentos musicales. Fuente:
https://www.samantha-topley.co.uk/playground.jpg

Cada bola tiene dentro una placa micro:bit. Haciendo uso de la radio que incorporan estas placas, las bolas se conectan de manera inalámbrica transmitiendo datos entre ellas para tener información de distancias, movimientos o choques, por ejemplo. La música está compuesta digitalmente, y se ha programado para responder a estos eventos que generan las bolas.

Tal como indica la propia Sam Topley en su web, “las bolas buscan ser expresivas, curiosas, intuitivas y atractivas, con una gran cantidad de material musical interesante y dinámico que se guarda en su interior y que los participantes exploran a través del juego”.

Playground se ha utilizado en distintos talleres con personas de entre 2 y 25 años con dificultades de aprendizaje o comunicación, con diversidad funcional sensorial e incluso con afecciones médicas complejas. En este tipo de talleres la música que se programa se modifica para que no se produzcan sonidos fuertes o inesperados, generando texturas musicales suaves y amables. Así, como las bolas son también muy suaves, al jugar con ellas los participantes se sienten seguros y tranquilos, y disfrutan de una experiencia sensorial nueva.

En los siguientes vídeos puedes ver Playground en acción en algunos de los talleres realizados:

Si te interesan este tipo de proyectos que combinan arte y pensamiento computacional, el número 9 de la revista HelloWorld está dedicado expresamente a esta cuestión, e incluye reseñas de multitud de ideas y recursos que seguro te servirán de inspiración y quizás puedas usar en tus clases.

Y si quieres saber más sobre las placas micro:bit y sus posibilidades didácticas, te recomendamos algunos de nuestros recursos de CodeINTEF: