En el marco de las investigaciones respaldadas por la Comisión Europea, el informe “Teaching with AI – Assessment, Feedback and Personalisation“, elaborado por el Centro Europeo de Educación Digital, profundiza en cómo la inteligencia artificial (IA) puede adaptarse a las necesidades individuales del alumnado, mejorar el proceso de aprendizaje, optimizar las tareas administrativas y promover la inclusión y la equidad en la educación a partir de cuatro niveles: social, institucional, docente y estudiantil, tal y como se ve en la siguiente imagen: 

Nivel centrado en el alumnado 

En esta etapa, la IA juega un papel fundamental al brindar apoyo a los y las estudiantes de maneras diversas. Por un lado, nos encontramos con herramientas y sistemas diseñados para la enseñanza, como el caso del sistema Khanmigo, que ofrece tutorías personalizadas. Por otro lado, podemos hablar de aprendizaje personalizado; una segunda categoría orientada a respaldar al alumnado, que se caracteriza por adaptar el proceso educativo a las habilidades e intereses individuales de cada estudiante. 

Al explorar esta dimensión, es esencial considerar tanto los beneficios como los riesgos asociados a la implementación de la IA en la educación. Se ha demostrado que la IA tiene un impacto significativo en el rendimiento estudiantil. No obstante, su implementación conlleva desafíos importantes, tales como la preservación de la privacidad de los datos, la presencia de sesgos algorítmicos, la falta de transparencia y la creciente dependencia de esta tecnología. 

Nivel centrado en el docente 

En este nivel, la IA proporciona a los y las docentes una amplia gama de herramientas para respaldar sus estrategias pedagógicas, abarcando desde tareas administrativas hasta retroalimentación personalizada. Así, y al automatizar actividades como la calificación y el seguimiento de la asistencia, la IA libera tiempo, permitiendo que los y las educadoras se enfoquen en actividades más complejas. Además, facilita la generación de programaciones y lecciones, manteniendo a los y las docentes actualizados en los avances de sus áreas de especialización. Este enfoque eleva la confianza de los y las estudiantes al proporcionar comentarios constructivos y crear un entorno seguro para el desarrollo de habilidades. 

Por otro lado, la IA plantea desafíos como la transparencia y la comprensión de los algoritmos, la equidad y la inclusión, el sesgo y la discriminación, el impacto en el papel del docente y el alumnado, así como la necesidad de una formación adecuada y continua para ambos actores. Sin embargo, no hay que olvidarse de que la IA también trae consigo oportunidades para la enseñanza como pueden ser la mejora de la calidad y la accesibilidad de la educación, el fomento de la creatividad y el pensamiento crítico, el apoyo a la diversidad y la personalización y la promoción de una cultura de aprendizaje permanente.  

Como último punto de este enfoque, cabe señalar que es necesario seguir unas pautas éticas que orienten el diseño, el desarrollo y la implementación de la IA en el ámbito educativo. Estas normas se basan en los principios fundamentales de respeto a los derechos humanos, la dignidad humana, la justicia social y la democracia. Se pueden agrupar en cuatro categorías: el beneficio, la responsabilidad, la transparencia y la diversidad. Cada categoría contiene una serie de recomendaciones específicas para los diferentes actores involucrados en el uso de la IA y los datos en la educación, como los desarrolladores, los proveedores, los docentes, los estudiantes y los responsables políticos.  

Nivel centrado en las administraciones 

Desde el punto de vista administrativo, la IA puede usarse para el marketing, la planificación curricular y la asignación de recursos. Además, es útil en la evaluación, la personalización, el aprendizaje adaptativo, la tutoría y el apoyo fuera del aula. Este cambio metodológico se consigue creando contenidos de aprendizaje personalizado con el objetivo de prevenir el abandono escolar y mejorar la enseñanza. 

En este sentido, es aconsejable que los responsables políticos adopten medidas que fomenten el desarrollo y la implementación de la IA en la educación. Algunas de estas medidas podrían ser: crear un marco regulatorio adecuado, apoyar la investigación y la innovación, facilitar el acceso a los datos y las infraestructuras, promover la colaboración entre los actores interesados, impulsar el desarrollo de competencias digitales en IA y garantizar la calidad y la eficacia de las soluciones basadas en la IA. 

Nivel centrado en la sociedad 

Los principios de “inclusión” y “equidad” en educación están interconectados y abogan por el acceso a las mismas oportunidades educativas para todo el alumnado, independientemente de su etnia, sexo o clase socioeconómica. Algo que se evidencia cuando los estilos de enseñanza se adaptan a los niveles de aprendizaje individuales y se proporciona el apoyo necesario, cuando el estudiantado se identifica con su etnia y su comunidad en el entorno educativo, o cuando se empodera al alumnado para así poder superar los desafíos con mayor facilidad.  

En este sentido, la UNESCO fomenta la integración de políticas educativas equitativas e inclusivas que sirven como una guía para garantizar la igualdad en la educación. 

En definitiva, la IA emerge como una herramienta clave en este contexto, capaz de personalizar las experiencias de aprendizaje y ofrecer apoyo individualizado. Al hacerlo, la IA se convierte en un aliado estratégico para fortalecer la igualdad en la educación. Su capacidad para adaptarse a las necesidades individuales y proporcionar recursos específicos contribuye significativamente a la creación de un entorno educativo más inclusivo y equitativo.